¡Hola opositores!

Este viernes os presentamos al tuitero @opojusticiero y su sección #DeOpositarSeSale: consiste en entrevistas a opositores que han logrado superar su proceso selectivo.

Como sabéis nos gusta que el blog sea un altavoz para vosotros, los opositores, y por ello hemos empezado esta colaboración. Si queréis que os entreviste solo tenéis que escribirle a su twitter o a nuestro correo [email protected]. Sin más dilación, os dejamos con él y Fernando de la Peña, Abogado del Estado.

 

Tiene 26 años y ya forma parte de la élite jurídica y funcionarial española. Fernando de la Peña (@sayyeahyeaah en Twitter), madrileño y graduado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad CEU San Pablo de Madrid, ha accedido muy amablemente a compartir su experiencia opositora con todos nuestros lectores y compañeros de fatigas.

Tras finalizar la carrera y después de tres años y cuatro meses de dedicación en su totalidad a la preparación de unas oposiciones tan exigentes como la de Abogado del Estado (dos ejercicios teóricos, uno de idiomas y dos prácticos), consiguió su sueño. Desde el pasado 14 de diciembre ejerce en la provincia de Zamora.

¿Por qué decidiste opositar y por qué Abogacía del Estado?

Decidí opositar porque las perspectivas laborales al terminar la carrera no eran muy atractivas. Y me decidí por esta oposición porque sabía que iba a ser un trabajo que me iba a resultar exigente intelectualmente y no me iba a aburrir, aparte de que a mí lo que me gusta es el Derecho Administrativo. Tuve la suerte de que una de mis profesoras de la carrera es Abogada del Estado y ella no solo me animó a hacerlo, sino que ha resultado ser todo un ejemplo para mí.

 

Cuéntanos cómo era un día normal en tu vida de opositor.

Me despertaba a las 6 y media, pero no me sentaba a estudiar hasta las 8. Paraba a las 12, sacaba a pasear a mis perros, comía rápido y me volvía a poner a estudiar sobre la 1:30. Y de ahí hasta las 7.30-8 h. En la recta final aguantaba hasta las 10 estudiando, pero nunca más allá. A todo eso añade descansos que a veces eran breves y otras no tanto. E iba a dar temas los lunes, los miércoles y los viernes.

 

¿Academia, preparador o preparación por tu cuenta?

En una academia formada por varios preparadores. Lo elegí porque me hacían dar temas tres veces a la semana (lo habitual son dos, aunque hay otros sitios en que se “canta” solo un día) y porque preparaban ellos el temario y se encargaban de actualizarlo (aunque alguna vez me tocó adelantarme a su actualización).

 

¿Qué ha sido lo mejor de esta etapa en tu vida siendo opositor?

La oposición es una escuela de humildad en la que aprendes que no eres tan listo como te pensabas y que no queda otra que trabajar más. Además, a base de estar solo todo el rato acabas conociéndote mucho mejor que antes.

 

¿Y lo peor?

Lo peor ha sido lidiar con los nervios y el insomnio. Además, es inevitable sentir que estás un poco aislado de la realidad, de tus amigos,… pero lo cierto es que de todo eso se recupera uno rápido.

 

¿Qué errores crees que cometiste y que sabiendo lo que sabes,  corregirías si empezases ahora de cero?

No respetar el día de descanso. En la oposición tan importante es el estudio como el descanso.

 

¿Qué crees que hiciste bien?

Nunca pensaba en que eran muchísimos temas. Solo me centraba en los temas que había para el día siguiente. De esa manera, evitaba agobiarme pensando que no iba a ser capaz. Hay que ir partido a partido, batalla a batalla. No tiene ningún sentido empezar el primer día pensando en que hay que saberse 465 temas.

 

¿Algún consejo para los opositores “novatos” que te puedan estar leyendo?

Que no se preocupe si ve que no progresa todo lo rápido que esperaba; es normal. Yo tardé mucho en coger soltura y agilidad. Hay que entrenar la paciencia.

 

¿Y qué le dirías a un opositor ya con alguna que otra convocatoria a sus espaldas y que ve que la oposición se le resiste más de lo “deseado”?

En primer lugar que no aprobar a la primera es lo normal. Además, esto no va de ser el más rápido en llegar a la meta, sino de llegar. Y, sobre todo, que si de verdad está convencido de que su futuro está en la Administración, que lo siga intentando y que no se desanime, que el final del camino vale la pena y mucho más de lo que se imagina.

 

En esos momentos en los que te faltaban fuerza, motivación o ganas… ¿qué o quién te ayudó a seguir adelante

Cuando estaba hundido, iba a andar sin rumbo, hasta que se me pasaba. Eso y hablar con mi madre, que ha sido mi gran apoyo durante la oposición.

 

¿Alguna manía de opositor?

Los ruidos. Los oía todos.

 

Opositores,  material de papelería y material de estudio: bonito romance. ¿Cuáles han sido tus imprescindibles como opositor?

Folios en blanco, bolígrafo azul y el cronómetro. Por supuesto, los temas. Las leyes las consultaba en el ordenador.

 

¿Cuáles son tus planes de futuro? 

Ahora estoy disfrutando de mi primer destino y trabajando mucho. Tengo pendientes un par de viajes que no he podido hacer estos años. Y me gustaría ponerme con la tesis que es un proyecto que tengo aparcado.

 

Si quieres añadir algunas palabras, este es el momento.

La verdad es que me queda poco por añadir y soy muy malo para estas cosas. Solo me queda desear mucho ánimo a los compañeros opositores en el camino y decirles que es duro, pero que se puede.

 

Muchas gracias Fernando por compartir tu experiencia con todos nosotros. El conocer tu testimonio, hace que nos demos realmente cuenta de que no importa muchas veces el cuerpo de funcionarios o grupo al que se oposite: los problemas, inquietudes, errores y aspectos más relevantes en la preparación de oposiciones tienden a ser los mismos.

Desde aquí te deseo el mayor de los éxitos en esta etapa que has comenzado recientemente.