¡Hola a todos!

Hace unas semanas compartimos con vosotros por nuestras redes sociales la historia de una opositora asturiana a la que una compañía aérea tuvo que indemnizar por haber cancelado el vuelo que debería haberla llevado a la ciudad donde se celebraban los exámenes de su oposición.

Esta opositora, asturiana, tenía que coger en junio de 2016 un avión con destino a Andalucía donde al día siguiente se celebraban sus oposiciones. A la hora de salida del vuelo la compañía aérea anunció un retraso que finalmente fue una cancelación y que la dejó, a ella y a otros treinta opositores a pocas horas del examen sin medio de transporte para cruzar media España para llegar a su examen.

Pues bien, a raiz de esta noticia contactó con nosotros por Twitter @misaccaccia, una opositora a Tramitación Procesal que se vio envuelta en una situación similar y ha querido compartir su historia con nosotros.

«Yo me examinaba para Tramitación Judicial en Barcelona. Nos pensamos ir el día de antes, teníamos nuestro vuelo para las 6 de la tarde. Y mis compañeras y yo, ( éramos tres chicas) no nos imaginábamos la noche toledana que nos esperaba.

Nada más llegar al aeropuerto nos dijeron que se estaban produciendo retrasos, en los horarios. Pero nosotras no le dimos mucha importancia, hasta que vimos que a la hora que tocaba anunciar la puerta de embarque no salía nada en los paneles.

Empezamos a inquietarnos y a buscar a alguien que nos dijera algo, pero nadie nos informaba. Finalmente nos acercamos a un mostrador de la compañía aérea y allí mismo nos dijeron que nos buscásemos la vida porque de momento estaba retrasado y se preveía la cancelación, es decir, no nos podían asegurar que el vuelo saliera a tiempo; lo mismo volábamos, lo mismo no.

Ante esa incertidumbre, la cola de embarque era un show, no éramos nosotras las únicas afectadas, empezamos a ver que había muchas personas que estaban en la misma situacíón. Y tuvimos que decidir rápido. Yo llevaba un año y medio preparando el examen de la oposición, ¿Cómo no íbamos a hacerlo? 

Primero, tratamos de coger un taxi entre las tres, pero nos pedían un dinero desorbitado, si no recuerdo mal eran alrededor de 2000 euros. No nos planteábamos la idea de conducir nosotras, pero no nos quedó otra. En la cola conocimos a dos chicas que venían de Cádiz para coger en Málaga el avión y nos ofrecieron ir juntas en su coche. Eran dos completas desconocidas, pero viendo que la gente se empezó a mover, y a irse, no nos lo pensamos ni un segundo. Con suerte eran las 7 de la tarde llegaríamos allí a las 7 de la mañana.

Y lo que es la vida, a las seis de la tarde estábamos en la perfumería del aeropuerto echándonos perfume de los probadores, muertas de risa y relajadas y a las 12 de la noche estábamos cenando en una gasolinera en Murcia.  Ahora me río al recordarlo, pero de verdad que hacer un examen en esas condiciones es la cosa más horrible que te puedas imaginar. Los nervios de un examen, más el cansancio de conducir toda la noche, no sé cómo pude aprobarlo, pero lo hice, aunque luego me quedé fuera en la prueba de mecanografía. Después aprobé auxilio sin plaza y este año, voy a volver a presentarme. Pero ya me iré un día antes mínimo. ¡Esto no me pasa más!

La compañía nos indemnizó con 250 euros a cada una y no demandamos porque sí que llegamos a hacer el examen, pero el estado de nervios y las condiciones en las que hice el examen no lo compensa indemnización alguna.»

¡Muchas gracias a @missaccaccia por compartir su historia con nosotros!

¿Os habéis visto en una situación similar antes del examen de vuestra oposición? ¡Contádnoslo!

El equipo de OpositaTest

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