Entrevista a Lucía García, Agente de Hacienda: «Mi madre fue siempre un punto de referencia y yo tenía claro que acabaría opositando»
¡Hola, opositores! Hoy recibimos en nuestra sección de entrevistas a Lucía García, Agente de Hacienda que superó las pruebas de la oposición en la convocatoria de 2020, un año marcado por la COVID-19.
En esta conversación Lucía nos habla de sus referentes a la hora de opositar, de sus rutinas, o de su plan de carrera en la Agencia Tributaria. ¿Queréis conocer mejor a Lucía y la oposición a Agente de Hacienda? ¡Seguid leyendo!
Índice de contenidos
Entrevista en formato vídeo
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Entrevista en formato texto
A continuación os dejamos la entrevista con Lucía escrita, por si preferís leerla. ¡Disfrutadla!
Lo que llevó a Lucía García a convertirse en Agente de Hacienda
¿En qué momento de tu vida te planteaste opositar y por qué?
La idea de opositar siempre rondó por mi cabeza. Cuando terminé de estudiar la carrera y el máster la oferta de empleo público era poca y yo creía que aún no era aún mi momento para opositar. Por eso estuve trabajando en la empresa privada durante un tiempo.
Decidí opositar en el momento en el que ya tenía algo de experiencia en el sector privado, concretamente en el mundo de la asesoría fiscal. En esa época ya sabía que la asesoría fiscal me gustaba mucho, pero las condiciones de trabajo y de conciliación en la privada no me terminaban de convencer. Por mi edad y por el aumento de plazas en la Agencia Tributaria (AEAT) creí que era el momento de opositar. Como puedes ver, fue un cúmulo de circunstancias lo que me llevó a opositar.
¿Hay otros opositores o ex-opositores en tu entorno que te hayan motivado a tomar la decisión de opositar?
En realidad sí. No es que me hayan tenido que convencer para opositar a la AEAT porque mi madre es funcionaria en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). Ya desde pequeña podía ver sus condiciones laborales, sus horarios, que no tenía problemas de ningún tipo… Al final, cuando trabajas en el sector privado surgen las comparaciones y te acabas diciendo a ti misma: «uy, esto que tienen los funcionarios me gusta más que lo que tengo yo actualmente. Y esto otro también». Además, en el sector privado he visto prácticas y situaciones que no me convencían del todo.
Así que no necesité que nadie me «empujara» a opositar, es algo que he visto de siempre en casa. Por eso tenía tan claro desde niña que acabaría opositando. Mi madre fue en todo momento un punto de referencia en este sentido.
¿Por qué elegir Agentes de Hacienda y no cualquier otra especialidad de Hacienda, como por ejemplo Técnica de Hacienda?
Cuando me decidí a opositar barajé las dos opciones. Es cierto que el perfil de Técnica de Hacienda se ajustaba bastante más a mi titulación y experiencia profesional, pero yo llevaba mucho tiempo sin estudiar. Por eso no sabía hasta qué punto iba a ser capaz de llevar bien las rutinas de un opositor.
Cada persona y cada experiencia es un mundo pero, por norma general, un Técnico de Hacienda puede tardar hasta 4 años en sacarse la plaza. Sin embargo, la plaza de Agente suele necesitar menos años de preparación. Por eso me decidí por Agentes de Hacienda. Y, por supuesto, están las facilidades para promocionar de Agente a Técnico de Hacienda una vez estás dentro y tienes tu plaza.
Por todo esto consideré opositar a Agente de Hacienda como la «opción más segura».
No necesité que nadie me «empujara» a opositar, es algo que he visto de siempre en casa. Por eso tenía tan claro desde niña que acabaría opositando. Mi madre fue en todo momento un punto de referencia en este sentido.
La madre de Lucía García es funcionaria de SESCAM y fue siempre un ejemplo para su hija
¿Conocías las labores de un Agente de Hacienda y cómo se estructura el trabajo en las distintas áreas?
Pues la verdad, sí y no (risas). Yo había trabajado previamente en asesoría fiscal, así que tenía mucho contacto con la Administración. Pero no conocía las funciones de una Agente de Hacienda como tal, y a día de hoy aún no las conozco completamente porque dependen muchísimo del departamento y unidad en los que estés.
La función los Agentes en Recaudación no tiene nada que ver con las que desarrolla en Inspección o Gestión. Tampoco es lo mismo trabajar en una administración que en una Delegación Especial. Varía mucho en función del sitio en el que trabajes.
A día de hoy, antes de conocer mi destino asignado, me hago una idea de lo que tendré que hacer porque hay una resolución de competencias que te indica bastante bien las funciones que tendrás . Pero, exactamente como será, aún no lo sé.
¿Pensaste en opositar a otros cuerpos? (Administración del Estado, Justicia, tu Comunidad Autónoma, corporaciones locales…)
Es verdad que la Agencia Tributaria siempre me interesó, debido principalmente a mi experiencia profesional. Cuando decidí que quería opositar valoré muchas opciones porque, al final, para opositar a la AEAT tienes que tener disponibilidad de movilidad nacional. Tienes que estar dispuesta a irte a cualquier parte de España.
Al principio piensas «a lo mejor prefiero opositar a la Comunidad Autónoma o a nivel local porque no quiero moverme». Valoras un poco todo esto a la hora de decidir qué oposición se ajusta más a ti y al futuro que quieres tener.
Sí es cierto que yo tenía bastantes dudas entre la Agencia Tributaria y las oposiciones a Educación Secundaria, para ser profesora de Contabilidad en módulos de FP. Tanteé muchas opciones distintas pero al final valoré que me gustaba mucho más la asesoría fiscal, aunque tuviese que irme a otra ciudad y decidí apostar por la Agencia Tributaria.
Eso sí, uno no puede olvidarse de que en las oposiciones a la AEAT o sacas una puntuación muy alta y quedas muy arriba en las oposiciones o es muy probable que tengas que irte a Cataluña, Baleares u otro lugar lejos de casa. Yo soy de Castilla-La Mancha y sabía que me podía tocar mudarme a otra localidad. Desde mi punto de vista este es un factor muy a tener en cuenta.
Me decidí por Agentes porque, en general, se necesitan menos años para sacarla y por supuesto, están las facilidades para promocionar a Técnico de Hacienda una vez estás dentro y tienes tu plaza.
Lucía García valoró opositar a Agente y Técnico de Hacienda. Estas son las razones por las que eligió el grupo C1
Así vivió Lucía su etapa como opositora a Hacienda
¿Cuál era tu rutina diaria como opositora?
Tengo que decir que mi rutina de estudio no ha sido constante durante todo el tiempo que estuve preparando esta oposición.
La primera vez que me presenté lo hice cuando se publicó la convocatoria correspondiente a la OEP 2018 y solo tuve 3 meses para estudiar antes de que llegase el día del examen. En esa época me levantaba a las 06:00 de la mañana y estudiaba sin parar hasta donde me daba la cabeza porque no tenía tiempo para compaginar el estudio con nada más. Me encerré y lo único que hacía, aparte de comer y dormir, era estudiar. Quería, por lo menos, pasar el test y poder ponerme a prueba en el segundo. Para mi el segundo se pronosticaba muy complicado porque no había ido a academia o tenido ningún tipo de ayuda en la preparación. En estos momentos era muy consciente de que era todo muy complicado y mi rutina de estudio era muy intensiva. Vamos, fue una locura de demasiadas horas. En esta ocasión aprobé el test pero suspendí el segundo ejercicio.
Mi forma de prepararme a partir de este momento, cuando me presenté a mi segunda convocatoria, fue totalmente distinta. Mi rutina de estudio cambió porque tuve mucho más tiempo para organizarme mucho mejor y poder compaginar con el resto de mi vida. Es cierto que me seguía levantando muy temprano, fácilmente a las seis de la mañana, pero sí que lo compaginaba mucho mejor con otras actividades, como hacer deporte, para despejarme mentalmente.
Tengo que decir que, de todos modos, cuando se acerca la fecha del examen siempre cambias algunos hábitos. Por lo general aumentas horas de estudio cada día y los tiempos de descanso los vas bajando.
Este es un proceso muy largo y es lógico que vaya evolucionando con el tiempo. No te tomas igual tu rutina de estudio cuando estás empezando a estudiar y tu cerebro aún no está acostumbrado a estudiar que cuando llegas a la mitad de ciclo, que ya es un trabajo más de fondo pero tampoco te puedes permitir agotarte mentalmente. Cuando ya llevas recorrido empiezas a echar muchas más horas con los apuntes y, finalmente, cuando se acerca el examen tampoco es recomendable echar 15 horas al día y llegar al test reventada. En mi caso, las dos últimas semanas antes del examen descansé muchísimo más.
Para mi lo más importante es encontrar algo que te haga evadirte en tu día a día, desconectar de los apuntes y descansar.
El deporte me salvó como a otra persona puede salvarla hacer macramé o salir con el perro a pasear. Creo que es imprescindible aprender a sacar tiempo para ti, para descargar esa energía y nervios acumulados después de tanta presión durante el estudio.
Lucía García incide en la importancia del «tiempo para ti» durante la preparación de una oposición
Eres una persona muy activa físicamente, ¿cómo influyó en tus hábitos deportivos el hecho de preparar una oposición?
Está claro que si quieres sacarte una oposición esto tiene que ser tu «prioridad». Pongo prioridad entre comillas porque tienes que tomártela muy en serio. Yo tuve que reducir muchísimo mi entrenamiento y rebajé mucho las horas que le dedicaba al deporte o a salir a la montaña. Pero también es cierto que el poco tiempo que le podía dedicar al deporte era mi salvación.
El deporte me salvó como a otra persona puede salvarla hacer macramé o salir con el perro a pasear. Creo que es imprescindible aprender a sacar tiempo para ti, para descargar esa energía y nervios acumulados después de tanta presión durante el estudio. Aunque tuve que reducir mucho el tiempo dedicado al deporte, a mi me servía para tranquilizarme y evadirme, me metía en una burbujita y salía del «mundo de la oposición».
El deporte era mi bálsamo. Cada persona tendrá que buscar su propia forma para sacarse las leyes de la cabeza, se trate de una hora de yoga, leer, ver una serie o lo que más te apetezca.
Dejaste de trabajar para centrarte de forma exclusiva en la preparación de la oposición, ¿qué supuso esto a la hora de organizar tu forma de vida?
La decisión no fue fácil de tomar porque si a una oposición, que ya es agobiante de por si, le añades que dejan de entrar ingresos en tu cuenta, es una gran presión añadida. Obviamente, tienes que reducir gastos por todos sitios porque tienes que pagarte un preparador y son caros, comprarte un temario y es caro, conseguir material y eso… pues también suele ser caro.
Si dejas de trabajar, por lo general, te la juegas más. Y es que, si estás trabajando y puedes conciliarlo con una opo no tienes esa presión porque puedes suspender y, aún así, presentarte al año siguiente. En ese sentido, se podría decir que tu vida no cambia tanto.
Dejar un trabajo para ponerte a opositar sin tener otros ingresos, por lo tanto, implica una presión que está siempre pululando por tu cabeza. Siempre tienes en mente que si suspendes no sabrás qué hacer. Eso te genera ansiedad y presión. Pero, si tienes esto en tu cabeza y lo enfocas de manera correcta, te puede permitir llegar antes a la plaza.
Obviamente hay situaciones que no te van a permitir tener el privilegio que he tenido yo de poder vivir en casa, que tus padres te mantengan y dedicarte en exclusiva a opositar. Hay opositores con familia, hijos, hipotecas por pagar… y, obviamente no tienen ese privilegio que yo he tenido.
La convocatoria en la que aprobaste transcurrió en pleno 2020, época de restricciones y confinamiento por COVID-19, cuéntanos más sobre esta experiencia.
Ha sido un reto y no me voy a hacer la heroína. Para mi fue complicado.
En ese momento tienes sensaciones encontradas. Ya has hecho todo el esfuerzo importante de preparación de cara el test y solo quieres sacártelo de encima, hacer el examen y quitarte ese peso. Pero, cuando te lo cancelan te dicen que se «suspende de forma indefinida y que te avisarán con 15 días de antelación». Ahí te surgen miles de dudas: «¿Cuándo podré hacerlo? ¿Debería seguir estudiando al mismo ritmo o bajarlo? ¿Es una suspensión temporal o van a cancelar el examen definitivamente? ¿Van a anular la convocatoria…». Y claro, empiezas a darle vueltas a todo esto en la cabeza y te agobias. Se pasa mal.
Además, la situación social daba miedo. Mi madre trabaja en el hospital y se me ponen los pelos de punta al recordar esas semanas tan duras. En esa época era incapaz de sentarme a la mesa y estudiar. Yo creo que esto es lo peor que le puede pasar a un opositor: esa sensación de no saber qué iba a pasar ni cómo organizarte porque, al fin y al cabo, 15 días de antelación es poquito tiempo.
Nos has chivado antes de la entrevista que en esa época te frustró mucho que empezaran a construir en el solar de al lado de tu casa, ¿nos explicas más de esta situación?
El solar al lado de mi casa llevaba 15 años vacío. Justo cuando se cerraron las bibliotecas y se inició el confinamiento, ¡empezaron a construir en él!. La mesa me temblaba, resonaban golpes todo el rato… vamos, que el ruido era insoportable. Ante este panorama mi reacción fue ponerme los tapones de espuma, unos cascos y salir corriendo al baño, porque era el único sitio de la casa donde no había ruido, e intentar estudiar allí. Justo en esa época intentaba aprenderme las sanciones. Una de esas tardes mi madre entró al baño a ver cómo estaba y yo solo le pude decir llorando «¡Ay, mamá! Si yo solo quiero estudiar sanciones y ¡no puedo!»
Fue una anécdota que cuento siempre para reflejar que la oposición es un proceso larguísimo y cada uno nos encontraremos distintas piedras en el camino. La COVID ha sido una piedra enorme, creo que para todos, y todos hemos tenido pequeños baches en el camino. Creo que la actitud más necesaria para enfrentarse a esto es la de intentar aceptar lo que te venga y adaptarte lo mejor posible con humor. Es un proceso tan largo que te pueden pasar muchísimas cosas. Creo que afrontarlas con humor es la mejor manera de superarlas.
Además, cuando ves tu nombre en la lista de aprobados después de superar todos esos frenos y frustaciones se te vienen a la cabeza de golpe y lo que sientes es un tremendo orgullo. Esa sensación no está pagada. Por eso, si hoy estás teniendo un mal día, un bache, yo te animo a que sigas, porque la sensación de aprobar no tiene precio.
La actitud más necesaria para enfrentarse a la incertidumbre de la oposición es la de intentar aceptar lo que te venga y adaptarte lo mejor posible con humor. Es un proceso tan largo que te pueden pasar muchísimas cosas. Creo que afrontarlas con humor es la mejor manera de superarlas.
Lucía García nos explica cómo se enfrentó al hecho de estudiar durante el confinamiento
La opinión de Lucía García sobre la oposición a Agente de Hacienda
¿Qué temas te gustaron más y cuáles menos?
Cuando te planteas estudiar una oposición lo normal es que el temario te guste. En mi caso la parte que más me gustaba del programa era Tributario. La parte común (Constitución, Procedimiento Administrativo, Igualdad…) se iba más fuera del trabajo en la Agencia Tributaria y me interesaba menos.
Dentro de Tributario me gustaba mucho, y la gente lo suele odiar (risas), la parte de sanciones. Me resultaba muy entretenido estudiarlas porque son de aplicación práctica. Algo que también me resultó muy interesante estudiar fueron las derivaciones de responsabilidad, vistas en los supuestos prácticos porque no es fácil identificar qué tipo se puede aplicar en cada caso.
¿Qué ejercicio consideraste más interesante? ¿Y el más estresante?
En Agentes de Hacienda los exámenes no tienen nada que ver el uno con el otro. Son completamente diferentes. El segundo ejercicio me pareció mucho más interesante porque, después de todo, es donde ves la aplicación práctica de lo que tú has estudiado.
El tipo test me entretenía, pero al resolver los casos prácticos descubres que quizás no entendías tan bien como creías todo el temario que ya habías memorizado. Esa aplicación práctica a mi me gustaba mucho.
No hay un ejercicio más estresante que otro pero sí mete mucha presión el poco tiempo que tienes para resolver los ejercicios. Por ejemplo, en dos horas y media tienes que leer, entender, revisar y completar los casos prácticos. Eso incluye escribir el contenido y darle forma. Puede pasar que tengas muchísimas ideas en la cabeza y tengas que escribirlas muy rápido y al final no lo hagas tan bien como quisieras porque has entrado al examen nerviosa, un poco aturdida o cansada… Por eso, para mi, lo mas estresante ha sido controlar los tiempos durante los ejercicios.
¿Qué consejo darías a otros opositores a esta especialidad?
Si tengo que resumir los que para mi fueron los consejos más importantes y si, además, con esto consigo que a una sola persona se le vaya la inseguridad y el miedo, estos serían mis consejos:
No es necesario obsesionarse con la literalidad. Yo he estudiado ADE y nunca he memorizado, necesitaba comprender los contenidos para entenderlos. Y, al plantarme ante la oposición, estaba obsesionada con que en el segundo examen tenía que contestar de forma literal. Vivía obsesionada con que el tribunal no me iba a valorar mis respuestas si no estaban escritas de forma literal. Mi profesor, que lo sufrió conmigo, me explicaba que no era necesario estudiar con tanta literalidad. Me decía que si especificaba bien el artículo y apartados y luego lo desarrollaba correctamente con mis palabras era más que suficiente. Y eso fue lo que me pasó. Al final entendí que era mucho más importante detallar el artículo y apartado en el que te estabas basando y relacionarlos con el resto de tu argumentación que escribir de forma tan literal las normas. Además, es que al final no te da ni tiempo a hacerlo.
Es clave saber estudiar: sin distracciones, con una planificación, con una rutina de estudio. Pero tanto o más importante es saber descansar. Tienes que saber que si tu cabeza no te permite cumplir el planning tienes que hacerle caso y descansar. Al día siguiente ya te comerás la planificación. Es fundamental no llegar al punto del agotamiento mental porque esto es una carrera de fondo.
Mi profesor me explicaba que no era necesario estudiar con tanta literalidad. Me decía que si especificaba bien el artículo y apartados y luego lo desarrollaba correctamente con mis palabras era más que suficiente.
Lucía García matiza que no es necesario abusar de la literalidad en la resolución del caso práctico de Agentes de Hacienda
Las técnicas de estudio de esta que usaba esta Agente de Hacienda
¿Acudiste a una academia, trabajaste en grupo con otros opositores o estudiaste en solitario?
La primera vez que me presenté estudiaba yo sola, además, no conocía a nadie que se fuera a presentar y no tenía preparador. La única herramienta que usé para preparar el test fue OpositaTest (¡y me funcionó de maravilla, que pasé el test!). Para el segundo ejercicio no tenía tampoco preparador y estudié yo sola.
Sin embargo, en la segunda convocatoria a la que me presenté sí acudí a un preparador. El test lo preparé sobre todo con OpositaTest y con el preparador reforcé los supuestos prácticos.
Por otro lado, también tenía un grupo con otros opositores de la misma academia en el que compartíamos dudas, contenido interesante, soluciones... Nos ayudábamos mucho o unos a otros. Además, acudíamos a foros online para resolver ciertas dudas o encontrar información.
¿Qué materiales usaste durante la preparación de tu oposición?
Yo estudiaba directamente de la ley y por el temario de CEF. El temario de CEF lo usaba principalmente para comprender y afianzar cuestiones muy concretas del programa. Para preparar el segundo ejercicio usé el manual de CTO de casos prácticos y así ir cogiendo el ritmo. Y por último, para esa prueba me resultó de gran ayuda un libro de supuestos de examen resueltos en tiempo de Preparando Tributario.
Esto lo compaginaba con resolver en clase los exámenes de convocatorias anteriores, tanto de Turno Libre como de Promoción Interna. El preparador nos los iba explicando, analizándolos con nosotros. Como cada manual resuelve los ejercicios de una manera distinta y no hay una forma única de responder, el criterio que para mi pesaba más era el del preparador.
Algo que descubrí durante la preparación y que quiero compartir con quien me lea es la importancia de hacer exámenes de Promoción Interna. Aunque sean más sencillos que los de Turno Libre, son también mucho más ilustrativos. Te ayudan a entender muy bien los conceptos. Así, cuando ya controlas los de Promoción Interna viene bien resolver los de Libre.
Algo que descubrí durante la preparación es la importancia de hacer exámenes de Promoción Interna. Aunque sean más sencillos que los de Turno Libre, son también mucho más ilustrativos. Te ayudan a entender muy bien los conceptos.
Lucía García usó de forma habitual exámenes de Promoción Interna de anteriores convocatorias para asentar los conocimientos
¿Qué técnicas empleaste para aprender y repasar tu temario?
Algo que a mi me ayudó mucho y usé durante toda mi época de opositora fueron las reglas mnemotécnicas. Puede parecer simple, pero me funcionaban muy bien. Y es que al examen llegas supernerviosa, así que cualquier ayuda para ese día es poca.
Por ejemplo, en los plazos del procedimiento inspector se hace referencia a la «cifra anual de negocio». La primera letra de cada una de esas palabras forma una nueva: CAN. Así que dibujaba un perrito.
Otra de las técnicas de estudio que para mi fue clave fue el sistema que elegí para subrayar. Los artículos tienen muchísimos apartados y en el examen aporta valor el poder señalarlos. Para que se me quedaran bien yo usaba una regla de colores basada en la canción «rojo, amarillo, verde, azul». Así, el primer apartado de un artículo va en rojo, el segundo apartado del artículo en amarillo… Con esto en el examen, cuando se me venía a la cabeza una frase, inmediatamente lo identificaba con su color y sabía asignarlo al artículo y apartado correspondiente.
En cuanto a los repasos, creo que dar vueltas completas al temario (empezar por el tema 1, acabar por el último y volver al primero) resta valor al estudio. Para mi fue más útil hacer repasos cada cuatro temas, y cuando tenías estudiados esos añadías cuatro más al repaso y ya llevabas ocho y todo lo que estuvieras estudiando en ese momento. Para mi esta técnica de arrastre es fundamental para poder relacionar unos artículos con otros, algo que es clave a la hora de resolver los casos prácticos y le añade valor a tu redacción.
Es obvio que a cada persona le va a funcionar algo distinto, pero esto es lo que me ayudó a mi y quizás pueda ayudar a otros opositores y opositoras.
Me resultó muy útil hacer repasos cada cuatro temas, y cuando tenía estudiado esos añadía cuatro más al repaso y ya llevaba 8 y todo lo que estuviera estudiando en ese momento. Me resultó fundamental para poder relacionar unos artículos con otros, algo que es clave a la hora de resolver los casos prácticos y le añade valor a tu redacción.
Lucía García nos cuenta que usaba la técnica de «arrastre» a la hora de repasar para poder interrelacionar mejor los contenidos del programa de Agentes de Hacienda
Volviendo la vista atrás, ¿qué consejo te hubiera gustado recibir cuando empezaste a opositar?
Hay un comentario de mi preparador que me resonó muchísimo en su momento: «sabéis muchísimo más de lo que vosotros mismos creéis que sabéis. Lo único que tenéis que hacer es confiar en vosotros mismos y en el trabajo que habéis hecho».
A mi me sirvió mucho para creer en mi y evitar compararme con otros opositores, pensando que ellos van mucho más preparados. Ese comentario me dio fuerza para confiar en mi plan y llegar al examen sabiendo que si había estudiado y me había preparado, no tenía que tener miedo.
Así usó Lucía García OpositaTest
¿Cómo usaste OpositaTest en tu preparación?
Para mi lo más útil fue la opción de simulacros porque en el test uno de mis grandes problemas era la falta de tiempo y necesitaba coger el ritmo y agilizar. Como en estos exámenes te entra todo el temario es una forma de ir ganando, poco a poco, agilidad mental de cara al test.
Además, como repasabas el temario completo, lo normal es que fallaras en aquellos temas que tenías más olvidados. Como fallabas te fijabas más en esa pregunta, en el concepto y si salía algo parecido en el examen era más fácil que lo recordaras.
¿Cuál era tu rutina diaria con la aplicación?
Siendo honesta, no me gustaba abusar de la app porque no considero que haya que estudiar repitiendo y repitiendo preguntas. Si estudiaba 5 días seguidos en una semana, pues usaba la aplicación unos 3. Sobre todo hacía simulacros. Creía que si repetía excesivamente las preguntas -aunque con la variedad de preguntas que tienen es difícil que te lleguen a salir repetidas- pierdes la fiabilidad de la nota media y se desvirtúa.
Por supuesto, la nota media en una aplicación nunca va a ser la misma que en el examen real, donde estás muchísimo más nerviosa. Pero, en mi caso, mi nota media en OpositaTest sí se ajustó mucho a mi nota media real.
¿Recomendarías OpositaTest a otros opositores?
Sí que recomiendo OpositaTest a quien esté hincando codos ahora mismo. En mi caso personal, me presenté por primera vez al test usando solo OpositaTest y lo pasé con solo tres meses de preparación. Y en esta segunda convocatoria he quedado genial en la lista de aprobados. Así que, sí, lo recomiendo, sobre todo por la agilidad mental que he logrado a la hora de resolver el cuestionario tipo test.
No me olvido, eso sí, de la academia o el preparador, que también fueron fundamentales, ¡claro!.
La nota media en una aplicación nunca va a ser la misma que en el examen real, donde estás muchísimo más nerviosa. Pero, en mi caso, mi nota media en OpositaTest sí se ajustó mucho a mi nota media real.
Lucía García explica cómo valora la funcionalidad de «Nota Media» de OpositaTest
Así ve el futuro Lucía como funcionaria de la AEAT
¿Tienes en mente seguir opositando a otras especialidades dentro de la AEAT?
Sí que tengo pensado opositar por Promoción Interna a Técnico de Hacienda, por todo lo que he ido comentando en la entrevista. Mi perfil profesional y académico se ajusta más a este cuerpo. Pero, de momento, voy a descansar unos meses -aunque ya tenga el temario- porque el proceso ha sido muy duro y ha durado unos 6 meses más de lo normal.
Después de este descanso lo tengo bastante claro: seguiré opositando a Técnico. Entre otras cosas hay «ventajas» de promocionar como que te reserven la nota del primer ejercicio de Técnico si suspendes el segundo o que te «aligeren» el temario porque ya has aprobado la oposición a Agente de Hacienda.
¿Te planteas, en un futuro más lejano, opositar a Inspectora de Hacienda?
Nunca digas «nunca». Y es que nunca se sabe (risas). Pero, a día de hoy, no es algo que me atraiga. La verdad es que ni me lo he planteado porque mi objetivo era aprobar Agentes para poder promocionar a Técnico. Cuando logre ser Técnico de Hacienda, pues ya veré. Y es que las condiciones de una Inspectora de Hacienda son, objetivamente, mucho mejores.
No sé en qué punto de mi vida me cogerá ese momento y no sé si sería capaz de plantearme volver a estudiar una vez más. No conozco mucho sobre la oposición a Inspectora pero me puedo imaginar la dificultad (risas).
Tras el parón importante en tus deportes favoritos durante la preparación tienes en mente volver a entrenar, ¿cuál es tu perspectiva en este sentido?
Como ahora mismo está absolutamente todo en el aire por condiciones ajenas a nosotros me lo estoy planteando con calma. Estoy pensando en, quizás, comprar material deportivo para ir retomando en casa, poquito a poco. Como digo yo, en ir volviendo a coger mi forma.
Lo que tengo muy claro es que cuando empiece a estudiar para Técnico no voy a dejar el deporte de lado como hice en esta oposición. El deporte es muy importante para mi y no creo que lo vaya a dejar.
De hecho, estoy preparándome ya para alguna carrera de Trail, pero dependerá de la situación externa saber a qué competiciones podré presentarme. La verdad, lo estoy deseando.
Muchas otras personas que han estudiado una oposición ya han compartido su experiencia en nuestro blog, ¿tenéis curiosidad por lo que nos han contado? ¡Os esperan en la sección de entrevistas!
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El equipo de OpositaTest