¿Cómo hacer un mapa mental o esquema resumen visual?
¡Hola, opositores y opositoras! Si no sabéis cómo hacer un mapa mental o esquema resumen visual para estudiar vuestra oposición, en esta entrada os explicamos todos los detalles.
Como veréis, puede ser una herramienta de enorme utilidad para memorizar y relacionar conceptos entre sí.
Índice de contenidos
¿Qué es un mapa mental?
El mapa mental es un tipo de esquema en el que los contenidos se disponen de forma radial, a partir de una idea principal que se sitúa en el centro. Además, se caracterizan por utilizar distintos tipos de conectores, flechas o gráficos para unir y relacionar conceptos.
Según Tony Buzan, el creador de los mapas mentales, visualizaríamos la idea general o título como el tronco de un árbol a partir del cual salen ramas. Las ramas más gruesas estarían formadas por las ideas principales (cada una pintada de un color específico), y asignaríamos un solo concepto por idea principal. Por lo tanto, debemos reducir las ideas principales, las ideas secundarias y los detalles a conceptos individuales.
Frente a otro tipo de esquemas (más lineales, textuales y ordenados verticalmente), el mapa mental pone especial énfasis en el aspecto visual y en la interconexión de ideas.
¿Es realmente útil para estudiar oposiciones?
Sin duda, los mapas mentales pueden ser enormemente útiles en el estudio de oposiciones, sobre todo si preferís el aprendizaje de tipo visual.
Así, os ayudarán a entender conceptos complejos y, sobre todo, a relacionar ideas entre sí. Además, gracias a su disposición radial y al uso de conectores y otros elementos gráficos, os resultará más fácil la memorización.
Por supuesto, este tipo de esquemas visuales son también fantásticos para el proceso de repaso en las oposiciones, permitiéndoos ir mucho más rápido que si únicamente utilizaseis el temario para las revisiones.
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Cómo hacer un mapa mental para oposiciones paso a paso
Si queréis hacer un buen mapa mental para vuestra oposición, estos son los pasos fundamentales que deberíais tener en cuenta:
1. Leer, entender y subrayar
Evidentemente, lo primero que debéis hacer es leer detenidamente el tema o apartado correspondiente, tratando de comprender a fondo su contenido.
Si os surgen dudas, consultadlas con alguien o tratad de resolverlas acudiendo a textos legales, foros de oposiciones u otros recursos.
Utilizad el subrayado para destacar las ideas principales del texto.
2. Elegir el concepto o idea central
El siguiente paso es decidir sobre qué concepto va a girar el mapa mental.
Aunque es posible hacerlo sobre un tema completo del programa (en determinados casos), no siempre es la mejor opción. Suele ser más interesante centrarse en un concepto específico, que puede ser parte de un tema o, por el contrario, extenderse a varios temas.
Por ejemplo, algún concepto sobre el que elaborar vuestro mapa mental podría ser: los derechos fundamentales en la Constitución, el acto administrativo, etc.
3. Elaborar el mapa mental
A continuación, ya podéis entrar de lleno a diseñar el mapa mental.
Para ello, podéis utilizar alguna app específica o no para este cometido. Por ejemplo, Canva, Lucidchart, Draw.IO, GitMind, etc.
La otra posibilidad es decidiros por la opción analógica (papel). De todos modos, aunque prefiráis las herramientas digitales, no es mala idea empezar por hacer el primer boceto con lápiz y papel. Veamos cómo llevarlo a cabo.
Los mapas mentales, como decíamos, se basan en partir de una idea central, que debéis escribir en el centro del papel. Lo mejor es que coloquéis el folio en formato horizontal o apaisado, ya que esta orientación se adapta mejor al diseño de mapas mentales.
A partir de ese concepto central, podéis ir distribuyendo las ideas secundarias a su alrededor, conectándolas mediante flechas con la idea principal.
Los siguientes niveles de ideas se unen con las anteriores (o entre sí) también mediante líneas o flechas, que pueden tener un diseño o color diferente, para facilitar la memorización.
4. Conectores, gráficos, colores y dibujos
Dependiendo de vuestras preferencias, podéis utilizar distintos recursos gráficos para diseñar vuestro mapa mental:
- Un color para cada idea principal: Buzan recomienda asociar un color específico a cada idea principal por dos razones. En primer lugar, para diferenciar los conceptos, ya que todos los conceptos que pertenezcan a una idea principal van a ir del mismo color. En segundo lugar, para mejorar las conexiones entre los dos hemisferios de nuestro cerebro
- Distintos formatos de flechas: pueden ser curvas o rectas, de trazo continuo o discontinuo, lineales o tridimensionales, de distintos colores, etc. Lo importante es que mantengáis una cierta coherencia, utilizando un mismo formato para cada nivel jerárquico de ideas
- Recuadros o elipses: podéis enmarcar determinados conceptos mediante rectángulos, elipses u otras formas que te sirvan para identificar un determinado tipo de idea
- Apoyos gráficos: si os resulta útil, podéis utilizar pequeños gráficos o dibujos que os ayuden a memorizar. Puede ser algo tan sencillo como un ojo para identificar conceptos clave (o cuestiones en las que os soláis equivocar), o dibujos más elaborados que asociéis a ciertos tipos de ideas
El objetivo es ayudar a que, en un solo vistazo, podáis detectar los aspectos más importantes y comprender la estructura de los contenidos.
Por tanto, no limitéis vuestra creatividad y utilizad lo que mejor se adapte a vuestra forma de memorizar. Incluso podéis usar pequeñas pegatinas, siempre que no os excedáis. El riesgo es que el mapa mental acabe siendo tan complejo y recargado que acabe perdiendo parte de su utilidad.
5. Revisar y mejorar
A medida que vayáis avanzando en el estudio o en los repasos, es interesante volver sobre los mapas mentales que hayáis hecho y tratar de mejorarlos.
A veces solo tendréis que añadir alguna idea nueva (o suprimir contenidos superfluos).
Pero, muy a menudo, la mejor opción es rehacer el mapa en una nueva hoja en blanco. Lógicamente, este segundo mapa mental debería llevaros muchísimo menos tiempo que el primero.
Principales errores al hacer mapas mentales para oposiciones
Algunos de los errores más habituales al elaborar mapas mentales para estudiar oposiciones son los siguientes:
- Elegir mal la idea central: como decíamos, el mapa mental no siempre es la mejor opción si queremos resumir un tema completo, que contiene muchos conceptos o ideas diversas. Suele ser mejor centrarse en una sección específica o en un concepto amplio que queramos esquematizar de forma muy sintética
- No tener una buena comprensión previa de la materia: si no entendéis perfectamente el tema, nunca podréis diseñar un buen mapa mental
- Incluir demasiada (o demasiado poca) información: es importante encontrar el equilibrio justo, de modo que el mapa os dé todos los datos necesarios, pero que tampoco se convierta en una transcripción literal del tema
- Dedicarle un tiempo excesivo: elaborar un buen mapa mental lleva su tiempo, pero no hay que caer en el error de que acaparen la mayor parte de vuestra jornada de estudio. De todos modos, cuando tengáis un poco de práctica, seguro que os resultará mucho más fácil y rápido hacer estos esquemas visuales
- No revisarlo: el mapa mental no debe ser algo estático, sino dinámico. A medida que vayáis avanzando en el estudio y en los repasos, podréis ir ajustando, refinando o mejorando distintos aspectos de vuestros mapas mentales. Quedarse con la primera versión no suele ser lo mejor
En definitiva, hacer mapas mentales para estudiar oposiciones puede ser enormemente útil, siempre que tengáis en cuenta las recomendaciones que acabamos de ver.
En combinación con otros esquemas más convencionales y apoyándoos en la práctica con test, podréis avanzar mucho más rápido en la memorización y conseguir mejores resultados en los exámenes.
¡Ánimo con el estudio y suerte en la oposición!
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