¡Hola a todos!

Este jueves hablamos con una opositora a Inspección de Hacienda que lleva tres años opositando y en este tiempo ha sido capaz de crear una comunidad en Instagram de más de 24.000 seguidores, escribir un blog y también un libro. Esta es Dema York, autora de «De mayor quiero ser funcionario». Hemos hablado con ella y nos cuenta cómo ha sido capaz de hacer todo esto a la vez que oposita. 

– Nos gustaría saber cuánto tiempo te ha llevado escribir el libro

Os voy a resumir mi “proceso creativo”. El contenido del blog y, después, el del libro surgen de las reflexiones a las que el estudio me conduce. Normalmente, cuando se me pasan por la cabeza estas ideas las anoto en mi libreta azul o en las notas del móvil. Cuando quiero elaborar un texto para el blog, simplemente desarrollo esas ideas previas.

Solo excepcionalmente tengo la necesidad de dejarlo todo para escribir en el blog. Se trata de momentos en los que la oposición me pesa especialmente y necesito parar para ordenar mis ideas y recordar porqué vale la pena el sacrificio. Curiosamente, esas publicaciones son las que mejor recepción tienen y creo que es porque son totalmente sinceras.

Cuando acordé con la editorial la publicación del libro (creo que fue en diciembre del año pasado) me impuse un horario para transcribir todas esas reflexiones que había anotado de forma esquemática a medida que se me iban ocurriendo. Yo tengo un descanso de dos horas al mediodía y una de esas dos horas la dedicaba a preparar el contenido del libro. A veces lo hacía por las noches cuando acababa de estudiar a las diez.

Por supuesto, no podía dejar de estudiar para escribir porque me resultaría imposible cumplir os objetivos que mi preparador me marcaba.

– ¿Cuál es tu rutina diaria?

Normalmente empiezo a estudiar a las ocho de la mañana (en verano a las nueve) porque no me gusta nada madrugar. El turno de mañana lo dedico a estudiar contabilidad, que es lo que llevo peor porque durante mi primer año de oposición tuve la feliz idea de dedicarme solo a los orales.

Al mediodía hago un descanso de dos horas. Esto depende de mi familia porque lo mínimo que puedo hacer es adaptarme a los horarios que ellos tienen.

La tarde la dedico a los orales. Es la parte que “mejor” llevo de la oposición pero también es la más exigente. A las diez de la noche cierro el opozulo haya cumplido objetivos o no. Es mi límite.

Estudio de lunes a sábado. Doce horas en invierno y once en verano. Sin festivos. Dos semanas de vacaciones en verano y gracias. Cuando un examen está próximo, el día libre se esfuma.

No obstante, mi rutina depende de la época del año en que estemos. A medida que un examen se acerca es necesario dedicarle más tiempo hasta llegar a estudiar en exclusiva para ese examen.

– ¿En algún momento te planteaste abandonar la oposición o el libro por algún motivo?

No y no. Abandonar la oposición nunca ha sido una opción. Yo creo que el secreto para sacar la plaza no es otro que la constancia. Tengo la gran suerte de que mi familia me apoya en mi decisión de opositar y soy consiente de que no todos los opositores son tan afortunados. Valoro mucho esta posibilidad que tengo y no voy a desaprovecharla.

Con el libro también he sido una afortunada. He tenido la gran suerte de que Isabel Blasco, mi editora, haya confiado en mí y haya decidido publicar un libro que ni siquiera estaba escrito. Me comprometí con la editorial (y sobre todo con ella) a entregar un manuscrito (que de manuscrito no tiene nada, le envié un Word) en una fecha y tenía que cumplirlo. Yo creo que es muy importante ser agradecida con las personas que se fijan en nosotros y que se arriesgan a darnos una oportunidad cuando nadie más lo haría.

Reconozco que ha habido situaciones concretas en las que me he planteado dejar Instagram. En algunos momentos se han acumulado demasiadas preocupaciones y he tenido la necesidad de evadirme de todo lo que no fuese imprescindible. También hay momentos en los que te encuentras con el tonto de turno en Instagram, te hace perder la paciencia y piensas que no vale la pena dedicar tu tiempo a algo que te hace sentirte mal. Sin embargo, es fácil recordar todas las cosas buenas y los aspectos positivos de pertenecer a una comunidad de opositores y estudiantes que me acompañan y hacen que esta etapa de mi vida sea un poquito más llevadera.

– ¿Qué se va a encontrar un opositor que se compre tu libro?

Comprensión. Si ya llevas un tiempo opositando te vas a encontrar con muchos “anda, pero si no soy el único al que le pasa esto”,  “yo también me he sentido así” y “a mí también me indigna cuando me dicen eso”.

Si llevas poquito tiempo opositando vas a encontrar un testimonio sobre lo que te puede suceder durante la oposición.

También hay muchas reflexiones que he decidido compartir y que no tiene que coincidir necesariamente con la experiencia o la opinión de otros opositores. Algo en lo que insisto a lo largo del libro es que su contenido es un reflejo de lo que yo he vivido y de lo que yo he aprendido, pero que cualquier alternativa es perfectamente válida y no tengo ninguna intención de que exista un consenso sobre mis conclusiones. Al final, el objetivo que persigue el libro es aportar algo positivo al que lo lea y siempre me queda el consuelo de que, como decía Plinio el Joven, no hay libro tan malo que no aproveche en alguna parte.

– El libro se subtitula “Confidencias y consejos de una opositora”. Dinos una confidencia y el consejo más importante que creas que se le puede dar a los opositores

Mi confidencia como opositora es compartir mis momentos de absoluta vulnerabilidad. Muchos textos han surgido de las etapas más difíciles de la oposición para mí y abrir mi corazoncito y hablar de todos esos sentimientos no es algo que yo suela hacer en mi vida cotidiana, pero vale la pena porque me siento muy comprendida por mis compañeros y eso no tiene precio.

Mi consejo es que persigan su vocación. Solo de esa forma tendrán la motivación suficiente para resistir la oposición y marcar la diferencia. Cuando persigues algo que muchas otras personas también desean, tienes que ser capaz de pagar un precio más alto. Debes estar dispuesto a luchar por ello cuando los demás se rendirían y eso solo lo haremos por las cosas que realmente tengan valor para nosotros. Y me refiero a vocación como concepto amplio, ya que cada uno puede ponerle el apellido que quiera.

– Cambiando un poco de tema, tienes más de 23.000 seguidores en Instagram, ¿cómo has conseguido tal comunidad?

Ha sido cuestión de estar en el lugar y en el momento adecuado. Soy una opositora en una red social en pleno boom de los studygrams -perfiles de Instagram con contenido relacionado con el estudio-.

Mis fotos no son bonitas, pero ni yo soy interiorista, ni creo que nadie me siga por mi buen gusto para combinar material de estudio y decoración (porque no lo tengo). Lo que sí hago es dar el callo todos los días y creo que subir fotos es una forma de decir “yo también estoy estudiando”, lo cual tiene una doble función. Por un lado, sirve para acompañarnos entre nosotros y que no nos pensemos que somos los únicos pringados que se quedan en casa estudiando un sábado en pleno verano. Por otro lado, también nos pone un poco las pilas porque nos permite ver que el resto de opositores están estudiando y que no debemos acomodarnos. Al menos eso es lo que pienso yo cuando veo las fotos de mis compañeros.

– También tienes un blog con muchos seguidores, ¿te ha ayudado en los momentos duros que pasa todo opositor?

Sí, muchísimo. Es curioso cuando mis compañeros me dicen que el blog les ha ayudado porque para mí es lo contrario. Son ellos los que me ayudan a mí. Desde las primeras entradas me he sentido muy comprendida y apoyada por mis compañeros.

Sin duda será uno de los recuerdos que guarde con más cariño de la oposición. Me parece extraordinario que no nos conozcamos de nada, que no sepamos nada unos de los otros y que nos apoyemos incondicionalmente por el simple hecho de estar viviendo una misma experiencia.  Eso nos hace grandes.

– En referencia ya a la oposición, ¿cuál crees que es el secreto para conseguir una plaza?

Creo que lo más importante es no rendirse. Va a haber etapas muy duras y durante mucho tiempo no veremos los frutos de nuestro trabajo o creeremos que no lo estamos haciendo lo suficientemente bien. Tener paciencia también es parte de la oposición. El esfuerzo, más tarde que temprano, tiene su recompensa.

– ¡Esperamos que tengas cuanto antes tu deseada plaza, muchas gracias!

Muchísimas gracias. Gracias por  vuestro tiempo y por darme voz en vuestro blog. Ha sido un placer participar en esta entrevista.

El equipo de OpositaTest

www.opositatest.com