¡Hola, opositores! En esta entrada os explicamos qué es un concurso-oposición, cuáles son sus fases y en qué procedimientos selectivos se aplica. ¡Seguid leyendo para conocer todos los detalles!

¿Qué es un concurso-oposición?

Esencialmente, el concurso-oposición es un sistema selectivo para acceder al empleo público.

Por tanto, es un procedimiento que se utiliza para elegir a las personas más idóneas para un determinado tipo de plaza de funcionario o personal laboral, respetando siempre los principios de igualdad, mérito y capacidad.

En este sentido, el concurso-oposición es solo uno de los tres tipos de sistemas selectivos que admite la normativa vigente a estos efectos. Así, el Texto Refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público (TREBEP) indica que los sistemas de selección de empleados públicos son:

  • La oposición
  • El concurso-oposición
  • Excepcionalmente, y cuando así lo permita la ley, el concurso.

Como podréis deducir, el concurso-oposición es realmente una combinación del sistema de oposición y del sistema de concurso.

Veamos, entonces, en qué se diferencia una oposición de un concurso.

¿Qué diferencia hay entre concurso y oposición?

Aunque tenéis una explicación más detallada en la entrada que dedicamos a analizar las diferencias entre oposición y concurso-oposición, los rasgos distintivos de cada uno de estos sistemas son los siguientes:

  • La oposición consiste en realizar una o varias pruebas objetivas para determinar quiénes son las personas más idóneas
  • El concurso consiste en valorar los méritos de cada aspirante, tal y como se especifiquen en el baremo que consta en las bases de convocatoria del proceso selectivo. Por ejemplo, su experiencia, formación, etc.

Como veis, estas definiciones básicas nos dejan mucho más claro qué significa concurso-oposición, ya que simplemente consiste en combinar ambos procedimientos de selección.

¿Cómo funciona un concurso-oposición? Fases

Efectivamente, el concurso-oposición es un procedimiento de selección de aspirantes a plazas de empleo público en el que se combina una fase de oposición y una fase de concurso.

La fase de oposición debe tener más peso que la de concurso, habitualmente en una proporción del 60% – 40%, aunque puede ser distinta.

Por tanto, solo pueden pasar a la fase de concurso aquellas personas que hayan superado la de oposición, aunque podría haber excepciones.

Veamos más en detalle cada una de estas dos fases:

¿Qué es la fase de oposición en un concurso-oposición?

Como ya avanzamos, la fase de oposición consiste en realizar una o varias pruebas para determinar la capacidad e idoneidad de una persona para ocupar un determinado tipo de plaza de empleo público.

Tal y como exige la ley, estas pruebas deben respetar los principios de igualdad, mérito y capacidad.

Por tanto, no pueden ser discriminatorias y su contenido debe permitir seleccionar a las personas más capacitadas para cada tipo de plaza.

De este modo, cada oposición va a ser distinta, en función de las plazas que se convoquen. Así, por ejemplo, para determinar si una persona va a estar capacitada para ser policía, es lógico que se realicen pruebas físicas y psicotécnicas.

En el mismo sentido, cuanto mayor sea el nivel de las plazas, más amplios y difíciles serán los exámenes.

Con carácter general, las pruebas de una oposición pueden consistir en:

  • Exámenes escritos (cuestionarios tipo test, ejercicios de preguntas cortas o de desarrollo de temas, etc.)
  • Exámenes orales
  • Pruebas psicotécnicas
  • Pruebas físicas
  • Casos prácticos
  • Exámenes de informática
  • Entrevistas personales
  • Otras pruebas específicas

Como decíamos, lo habitual es que solo pasen a la fase de concurso aquellas personas que consigan superar los ejercicios de la oposición.

Veamos ahora en qué consiste esta segunda fase del proceso.

¿Qué es la fase de concurso en una oposición?

La fase de concurso consiste, simplemente, en comprobar y valorar los méritos que hayan alegado quienes superaron la anterior fase de oposición.

Entonces, ¿qué son los méritos en un concurso-oposición

Como veremos en el siguiente apartado, se trata de toda un serie de aspectos relacionados con la experiencia, formación y capacidades de una persona.

De este modo, en las bases de cada convocatoria de concurso-oposición, se establece un «baremo de méritos». Se trata de un listado de todos aquellos factores que se van a valorar en el proceso de selección, estableciendo detalladamente cuántos puntos se otorgan por cada uno de ellos.

En este sentido, hay una serie de cuestiones previas que son básicas en relación con los méritos en un concurso-oposición:

  • El «baremo de méritos» es público y se establece con carácter previo al proceso de selección. Como decíamos, suele incluirse como un anexo a las bases de la convocatoria. Además, en el baremo se indicará exactamente:
    • Cómo se atribuyen los puntos
    • Qué criterios se siguen en caso de empate
  • Por tanto, el tribunal de selección no puede valorar ningún otro mérito que no esté expresamente recogido en el baremo
  • Para que puedan valorarse, los méritos deben ser presentados por las personas aspirantes en la forma y plazo que especifiquen las bases. En consecuencia, si no se acreditan debidamente, no podrán valorarse
  • Los méritos han de estar vinculados con el contenido de las plazas convocadas, y deben respetar los principios de igualdad, mérito y capacidad

¿Qué méritos se valoran en la fase de concurso de una oposición?

Los méritos que suelen valorarse en los procesos de concurso (o en la fase de concurso de un concurso-oposición) pueden ser muy variados.

No obstante, en la mayoría de casos suelen referirse a las siguientes cuestiones:

  • Experiencia laboral (ya sea en el sector público o en el privado)
  • Titulaciones académicas (grado, postgrado, doctorado, etc.)
  • Cursos de formación relacionados con el ámbito de conocimiento de las plazas convocadas
  • Experiencia docente
  • Conocimiento de idiomas
  • Publicaciones (artículos en revistas científicas, libros, etc.)
  • Participación en congresos, conferencias, ponencias y similares

En cada uno de los apartados, las bases indicarán cómo se van a distribuir los puntos. Por ejemplo: «X puntos por cada mes de experiencia laboral», «X puntos por un título de doctorado», etc.

También suele establecerse un tope máximo de puntuación posible en cada apartado del baremo.

Tipos de plazas que utilizan el sistema de concurso-oposición

Aunque no hay una regla general universalmente aplicable, lo más habitual para acceder a la función pública es el sistema de oposición pura (por tanto, sin fase de concurso).

No obstante, hay varios tipos de plazas donde suele utilizarse el sistema de concurso-oposición. Sin duda, aquí destacan las oposiciones sanitarias, que prácticamente siempre se cubren por concurso-oposición, sea cual sea la comunidad autónoma donde se convoquen.

Por tanto, este es el sistema que os encontraréis, entre otras, en plazas como las siguientes:

  • Facultativos/as Especialistas o Médicos
  • Enfermeros/as
  • Técnicos/as en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE)
  • Celadores/as

En determinadas convocatorias, también se ha utilizado este procedimiento para ciertas oposiciones de justicia. Así ha sido en las pasadas convocatorias de Auxilio Judicial, Tramitación Procesal y Administrativa y Gestión Procesal y Administrativa.

También en el caso de las oposiciones de Guardia Civil se incluye una fase de concurso.

Por otra parte, tened en cuenta que, en los procedimientos de promoción interna (para personas que ya pertenezcan a la función pública), sí suele ser más frecuente que se utilice el sistema de concurso-oposición.

¿Quién puede presentarse a un concurso-oposición?

En principio, puede presentarse a un concurso-oposición cualquier persona que cumpla los requisitos que indican las bases.

Por tanto, acordaos siempre de revisar a fondo el apartado de requisitos de la convocatoria y verificad que cumplís exactamente lo que se exige en cada caso.

¿Cómo aprobar un concurso-oposición?

Si estáis planeando presentaros a un concurso-oposición, es importante que os preocupéis por ir reuniendo poco a poco los méritos que suelen valorarse en el proceso selectivo.

De este modo, si tenéis tiempo con anterioridad a la convocatoria, podéis realizar algún curso de formación de los que suelen tenerse en cuenta, conseguir una acreditación de conocimiento de idiomas o informática o, incluso, acumular experiencia en puestos de interinaje o similares (si os fuese posible).

No obstante, no hay que olvidar que lo más importante sigue siendo la fase de oposición, ya que solo podréis pasar a la fase de concurso si superáis los exámenes correspondientes.

Por tanto, tratad de empezar a estudiar con antelación suficiente y echadle un vistazo a todos los consejos de preparación que os ofrecemos en el artículo en el que explicamos cómo estudiar oposiciones.

Ahora que ya sabéis qué es un concurso-oposición y cómo funciona cada una de sus fases, ¿os parece un sistema adecuado para acceder al empleo público?

Sin duda, es un procedimiento muy completo, que permite combinar la evaluación directa de conocimientos con una valoración de la experiencia y demás méritos de cada candidato.


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