¡Hola, Opositores! Hoy nos acompaña Eva Rosende Castro, colegiada ICA nº 5365 de A Coruña y colaboradora de OpositaTest.

Eva comparte con nosotros su análisis sobre la reciente prueba de acceso a la Abogacía y reflexiona sobre la dificultad de este examen.

¿Consideráis que fue difícil el ejercicio online del 4 de julio de 2020? Seguid leyendo para conocer la opinión de nuestra invitada.

¿Quién es Eva Rosende Castro?

Eva Rosende es colegiada del Ilustre Colegio de Abogados (ICA) de A Coruña (Galicia), con número 5365 y socia de la cooperativa jurídica Artigo 14. Ejerce desde 2012 en las ramas de derecho Mercantil, Bancario y Sucesorio.

Además, Eva es una de nuestras colaboradoras habituales en la especialidad de Abogacía. Participa de forma activa en la redacción de contenidos para la Prueba de Acceso a la Abogacía que preparamos desde OpositaTest.

Esta suscripción fue usada en 2020 para preparar su examen por más del 50% de los participantes en la prueba que se desarrolló el 4 julio.

¿Cómo es la prueba de acceso a la Abogacía?

Cuando de la valoración del examen de acceso a la abogacía se trata, esta cambia si es analizada por alguien con experiencia en el ejercicio de la profesión a si lo es por quien ha realizado la prueba. Tras ocho años de ejercicio, puedo decir que he sabido contestar correctamente a muchas de las preguntas, sin embargo, en algunos casos las respuestas me han parecido ambiguas.

Las preguntas del examen podrían dividirse en dos tipos, prácticas y teóricas.

Las de índole práctica, formuladas con enunciados que relatan situaciones habituales en nuestra profesión, parecen útiles pues obligan a la abogacía del futuro a enfrentar situaciones que se les presentarán sin duda. Hacen que las nuevas incorporaciones se pongan en nuestra piel para así dar mejor respuesta a esas mismas situaciones en su futuro profesional.

Nuestra profesión es un caso práctico constante por lo que cuantos más ejemplos y más situaciones se le planteen a la juventud de la abogacía, mejor preparación. Bien sea cuando nos hacen una consulta, cuando estamos en Sala, o en cualquier reunión profesional, debemos dar respuestas y saber reaccionar.

Las preguntas del examen deben servir para valorar las capacidades y aptitudes de la futura juventud de la profesión. La capacidad de reacción importa tanto como el conocimiento de la materia, puesto que de nada sirve memorizar artículos si no se conoce su posible aplicación.

(Las preguntas prácticas) hacen que las nuevas incorporaciones se pongan en nuestra piel para así dar mejor respuesta a esas mismas situaciones en su futuro profesional.

Eva Rosende Castro, colegiada ICA nº 5365 de A Coruña, sobre las preguntas prácticas en el examen de acceso a la Abogacía

Ahora bien, en el examen hay otro tipo de preguntas, las eminentemente teóricas, las que se contestan memorizando y no entendiendo. Estas por suerte, son las mínimas. Las preguntas transcritas literalmente de la ley no ayudan a ser mejor profesional, ni denotan un conocimiento profundo de la materia.

¿Fue realmente difícil el examen de Abogacía de julio de 2020?

Para hacer un análisis más exhaustivo, y empezando por las materias comunes, está bien incidir en la deontología de la profesión. En la titulación de Derecho no nos enseñan deontología, sin embargo, es de las materias de imprescindible conocimiento cuando ejercemos la abogacía. Nos sirve para la mejor relación con las compañeras y compañeros, saber cómo reaccionar ante las peticiones de la clientela, a veces descabelladas, dirigir un despacho o entender la forma en la que podemos publicitar nuestros servicios.

Recientemente, en plena pandemia, hemos tenido que lamentar que los colegios de la abogacía de muchas ciudades hayan tenido que recordarnos que no podemos hacer publicidad de nuestros servicios «a víctimas de sucesos que hubieran producido un número elevado de personas afectadas y a sus herederos, en momentos que condicionen la elección libre de Abogado».

Como decía al principio, para una persona que lleva años en el ejercicio de la profesión es sencillo responder a estas preguntas y lo es precisamente porque son cuestiones que se nos plantean en nuestra vida diaria, sin embargo, he percibido que hay cierta dificultad para quienes se han sometido a la prueba.

Bajo nuestro punto de vista el problema no es la dificultad del examen, que es lo suficientemente representativo del día a día de un despacho profesional, sino que lo que hay detrás de esa dificultad es una falta de formación, bien por la estructura o bien por el contenido del propio Máster de la abogacía.


¿Queréis conocer mejor cómo es la Prueba de Acceso a la Abogacía? Os damos todos los detalles de este examen que os capacita para ejercer como abogados.


¿Tenéis dudas? Probablemente ya las hayamos resuelto en nuestro centro de ayuda. Si no encontráis vuestra pregunta aquí, escribidnos a [email protected] o llamadnos al 919040798 y os ayudaremos.

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